Precauciones necesarias
La rana, siendo prudente pero compasiva, tiene una idea.
—Te ayudaré a cruzar, pero con una condición —dice la rana—. Debemos atar tu aguijón con una hoja resistente para que no puedas usarlo durante el trayecto.
El escorpión, después de dudarlo, acepta:
—De acuerdo, si es la única forma de cruzar, permitiré que ates mi aguijón.
La rana ata cuidadosamente el aguijón y comienzan a cruzar el río. A mitad del trayecto, la rana siente que el escorpión se mueve nerviosamente en su espalda. Está forcejeando, intentando liberarse de la atadura.
Dilema en el agua
La rana debe decidir si continúa confiando en que la atadura resistirá, o si es mejor deshacerse del escorpión antes de que sea demasiado tarde.