Vian llevó a cabo el ritual, y contra toda lógica, Isolde volvió a la vida. Pero algo estaba mal. Su piel era pálida como la niebla, y su voz sonaba hueca. Pronto, su amor se transformó en furia y dolor. Perdió el control y atacó al rey, hiriéndolo con una magia oscura. Vian sintió cómo la sombra se apoderaba de él.
Decisión: