Vian ordenó a los mejores médicos y alquimistas de Lorien que encontraran una cura. Se trajeron plantas exóticas, se probaron fórmulas complejas y se consultaron antiguas escrituras sobre sanación. Pero nada funcionó. Isolde se debilitaba cada vez más.
Algunos de sus consejeros le advirtieron que el tiempo se acababa, y que tal vez debía buscar alternativas menos convencionales.
Decisión: